Carlos Felipe Martell, escritor y docente, ha forjado una carrera literaria única, combinando su pasión por la palabra con recursos poco convencionales, como los palíndromos y la estadística. A lo largo de su carrera, ha creado obras que desafían los límites de la narrativa tradicional. Sigo Armando Maradonas es su más reciente novela, en la que se aleja del suspense de sus trabajos anteriores para adentrarse en una historia deportiva cargada de humor y emoción. En esta entrevista, Carlos nos comparte detalles sobre su proceso creativo y la inspiración detrás de su obra.
¿Qué te inspiró a dedicarte a la escritura y, específicamente, a explorar el género de los palíndromos?
Mi incursión en el mundo literario parte de un desencanto, como lector, con un bestseller de intriga. Me dije que quizá yo podría elaborar un suspense más adictivo y me puse manos a la obra. Sin embargo, no tenía nada que contar. Yo supongo que, cuando alguien escribe un libro, parte de una idea, de un argumento que tiene en su cabeza. A partir de ahí, utilizará todos los recursos de que disponga para desarrollar y adornar esa historia. En mi caso, por el contrario, no partí de una historia, sino de los recursos.
Cuando empecé a escribir no tenía ni idea de qué iba a contar. Lo que hice fue partir de los recursos de mi vida y, a partir de ellos, tejer la historia. Así surgió mi primera novela, Los privilegiados del azar, a partir de música, estadística y crucigramas. Me sentí tan cómodo escribiendo así, sujeto a unas restricciones que yo mismo me había impuesto, que se me ocurrió repetir la experiencia, pero de manera más sistemática. Entré en el mundo de los palíndromos única y exclusivamente para escribir otro libro. Inventé decenas de palíndromos, que se convirtieron en piezas de un puzle que generaría una historia original, donde la trama me la susurraban los palíndromos. Así surgió El asesino del rap, el primer volumen de una trilogía.
¿Cómo ha influido tu carrera como docente en tu proceso creativo como escritor?
Realmente, si no profundizo mucho, diría que no tiene nada que ver. Mi faceta como escritor podría seguir una trayectoria paralela a la de profesor. Pero si rascamos un poco, si lo miramos con lupa, está claro que la estadística está presente en mi primera obra. El índice de la novela y el índice de cualquier manual de esta disciplina son idénticos. Aunque escribo para generar intriga y sorprender al lector, muchas veces el fondo sutil de estadística y azar está presente en el envase de mis historias.
¿Cuál es tu obra más personal y por qué?
Es complicado elegir una obra que considere la más personal. Puede que mi obra más personal aún no haya sido escrita. Si hablamos de la más conocida, diría Los privilegiados del azar. Si hablamos de la obra con la que me sentí más satisfecho al terminarla, podría decir Palíndromo II. San Sebastián y Cupido o Palíndromo III. La morada de los osados. Pero si hablamos de una novela diferente al resto, definitivamente sería Sigo armando maradonas, porque abandona la intriga para adentrarse en una historia deportiva con mucho drama y humor.
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